18/7/07

A propósito

El sábado pasado apareció en la revista "Ñ" un artículo sobre la situación del Teatro Nacional Cervantes de BsAs, el cual se encuentra parado por conflictos gremiales que parecen no tener fin. Uno de los espectáculos que no pudo estrenar es "Todo verde y un árbol lila" de y dirigida por Juan Carlos Gené, quien escribió unas palabras sobre cómo se siente él ante un estreno frustrado, y créanme, parece escrito por mí, me sentí muy identificado. Aquí, algunos extractos:

“(…) Soy el autor de la obra, el director del espectáculo y quien seleccionó un elenco que ha trabajado durante más de cinco meses con una pasión, una incondicionalidad y un talento no frecuentes, y en esta situación sus integrantes terminan siendo empujados a una frustración enorme. El único aspecto positivo de esto –por aquello de que “no hay mal que por bien no venga”- es que nos permite revisar la absoluta verdad de que sin espectador no hay teatro. (…) Lo real es que nos quedamos con la sensación incómoda –más que incómoda, angustiosa- de no poder confrontar nuestro trabajo con aquellos a quienes está dirigido. Y entonces, el trabajo no termina de nacer. (…) A través de los meses de ensayo se va dando una especie de energía que, cuando el espectáculo está maduro, llega a su potencialidad más alta. Llegada a esa potencialidad, hay que estrenar. De lo contrario, esa energía puede transformarse en una especie de enfermedad, algo que no puede salir, algo destructivo(…).”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hernán... vas a estrenar un teatro con tu obra el día que el teatro esté en pie. Hay un "durante", en este tiempo, poné tu espíritu en otros proyectos, y de esto que sucedió que seguramente despierta cosas profundas, sentilo, vivilo, usá esa energía para que no se disipe ni te sea destructiva. Vamos Henán.. El elenco ya se desarmó?