El jueves pasado, 28 de julio, en la última función de Cumbres Borrascosas, en plena función, se quemó una potencia de sonido y nos quedamos sin audio. Tuvimos que interrumpir la obra. Se esperó unos 15 minutos, se cambió la potencia y se siguió. Pero la nueva potencia duró unas dos escenas más y murió. Tuve que suspender la obra y devolverle la plata a la gente (encima estaba lleno y hasta tuvimos que agregar sillas). Es muy doloroso que me haya pasado eso una vez más con Cumbres, la verdad es que hasta ayer estuve muy deprimido. Desconecté mis teléfonos y no toqué la compu. Me volvió todo de vuelta lo del 2007.
Pero hace unas horitas comprendí que ya había pasado cosas peores y que si el destino se empeñaba en hacerme una jugarreta, pues yo le tengo reservada jugarretas aun más jugosas.
Sólo quiero agradecer al maravilloso público de ese jueves, respetuoso, entusiasta, educado, coherente. Me hubiese gustado bindarles el espectáculo en forma completa, pero estoy seguro que voy a hacerlo. Y en breve.
Quiero agradecerle también a mi compañero artístico, Fernando Israilevich, por entenderme y asumir a veces responsabilidades que lo exceden.
A Fran Pozzo y Vicky Morcillo por estar ahi SIEMPRE, con la palabra y a veces la mirada justas y necesarias.
A mi querido elenco, que vaya a saber uno por qué me bancan y aceptan. Los quiero y admiro a más no poder.
A Sonia daniel, Leo rey y Lu Stille de María castaña, por la confianza desde el primer momento (Lu, te banco a muerte!).
Y a todos los que me hicieron llegar inconmesurables palabras de apoyo, el más inmenso de los abrazos.
H.-
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